At Artsper, we are always eager to explore exciting art forms and mediums. Together, let’s discover the uncharted waters of the expansive world of digital art.
¿Qué es el arte digital?

El mundo actual está saturado de tecnología. Los estudiantes aprenden a través de plataformas educativas en línea, numerosos profesionales trabajan a distancia, muchos adultos jóvenes encuentran pareja romántica a través de aplicaciones en línea, todo ello mientras comparten sus mayores actualizaciones vitales en las redes sociales. La experiencia humana colectiva ha sido consumida por el mundo digital. Con toda la tecnología disponible al alcance de la mano, es lógico que los artistas también utilicen los avances del mundo moderno para crear arte.
Muchos nombres del mundo del arte se refieren con frecuencia a la creciente importancia de este medio, pero ¿qué es exactamente el arte digital? El arte digital puede considerarse un término vago y general utilizado para englobar las artes tecnológicas, pero va más allá. Cualquier creación en la que un artista utilice un ordenador o una herramienta tecnológica se considera bajo el epígrafe del medio. La tecnología no tiene por qué ser el factor principal de la obra para que se considere arte digital. Siempre que haya un aspecto tecnológico utilizado en el proceso de creación, la obra se considera digital. Así de sencillo.
La evolución del arte digital

El arte digital no es una nueva forma de arte. El término ha evolucionado dentro de la comunidad artística a lo largo del siglo XX. Arte informático, arte multimedia y ciberarte se utilizaban habitualmente entre los años 1960 y 1990. Al igual que su título, el propio medio se ha adaptado a lo largo de varias décadas.
El arte digital comenzó formalmente en los años sesenta. En aquella época, los ordenadores tenían el tamaño de una habitación grande y no eran accesibles a las masas, lo que impidió que el medio se generalizara. Sólo unos pocos artistas, como Frieder Nake, tenían acceso a las nuevas herramientas tecnológicas. Más tarde, en la década de 1970, artistas e informáticos colaboraron para crear obras de arte generadas por ordenador. Sin embargo, no fue hasta la década de 1980 cuando se utilizó por primera vez el término arte digital. La creciente popularidad del medio continuó en la década de 1990, con el nacimiento de la World Wide Web. Si avanzamos hasta el siglo XXI y el rentable auge de las NFT, podemos afirmar que las obras de arte digital han dejado una huella destacada en el mundo del arte.
¿Es el arte digital realmente arte?
Aunque este medio existe desde hace varias décadas, a menudo se tiende a cuestionar su legitimidad. ¿Puede considerarse una verdadera forma de arte? La respuesta es sencilla: sí, es arte.
Se ha argumentado que el medio no puede considerarse verdadero arte porque se hace con un ordenador y no físicamente a mano. También se ha dicho que la naturaleza infinita del arte digital impide su propia autenticidad. Las obras de arte digital pueden copiarse una y otra vez, dejando un rastro casi imposible de la obra original. Sin embargo, el auge de las NFT (fichas no fungibles) ha resuelto este problema.
Cuando los artistas digitales optan por convertir sus obras en NFT, utilizan plataformas que autentifican y acuñan sus obras de forma única. Esto permite al artista controlar la propiedad de sus propias obras. Esta convención ha cambiado drásticamente la presencia del arte digital en el mercado del arte. El año pasado, una obra puramente digital del artista de las NFT, Beeple, se vendió por 69 millones de dólares, convirtiéndose en un hito artístico de 2021. El rápido éxito de las NFT en el mercado del arte es enorme.